Buscando mirar desde la práctica directiva real, el siguiente artículo plantea la necesidad de visibilizar a las escuelas como sistemas complejos de acciones y eventos no lineales e impredecibles, rasgos que ningún líder escolar debiera dejar de atender. Ello implica gestionar con equilibrio los múltiples factores que inciden en el quehacer diario de los directivos, con la misión y metas de la escuela. Desde la narrativa de líderes escolares exitosos en Suecia, los autores destacan algunos aspectos comunes de sus relatos: visión amplia y holística de la educación, una cuidadosa atención al contexto, conciencia avanzada del rol de la comunicación, una relación dialógica entre liderazgo y aprendizaje y, sobre todo, la capacidad de asumir la complejidad intrínseca de su tarea.